Diseño gráfico

Diseño correcto y efecto terminal

Hoy vamos hablarle del llamado diseño correcto y su efecto terminal. Analizaremos en que consiste este diseño, así como también el denominado efecto terminal. Estos dos elementos son muy importantes a la hora de trabajar con los distintos proyectos creativos que los profesionales de esta rama de las artes plásticas deben acometer en sus carreras.
Muchos de los buenos o excelentes diseños gráficos surgen de un proceso evolutivo. Lo que ocurre es que hay que probarlos constantemente hasta que por fin se da con la tecla adecuada y listo: la creación ha sido finalmente diseñada.

A veces solamente es cuestión de modificar algunos detallitos para que el trabajo tome su forma adecuada.

Estas pequeñas modificaciones o ligeros cambios, sirven para hacer más funcionales los diseños. Más usados. Mas diáfano o cristalinos. Como no: más naturales e intuitivos.
Esto es lo que deben perseguir todos los diseñadores gráficos con sus respectivos proyectos creativos. Bien sea que estén trabajando con productos digitales o con interfaces. Deberían ser interfaces que puedan percibirse intuitivamente, naturalmente y en última instancia transparentes.
Lo que se quiere es que estos productos contribuyan a los usuarios a resolver problemas y lo más importante de todo: que cumplan su función. Que no vayan a realizar ni algo más ni algo menos para lo que fueron diseñadas. Esto a final de cuentas, es lo que se llama un diseño gráfico correcto.

Lo interesante viene en esta parte. ¿Por qué decimos esto? Simplemente porque muchos diseñadores se dejan llevar por cuestiones de vanidad o ego y le dan tantas vueltas a sus diseños para deslumbrar a sus seguidores o colegas que terminan produciendo un artículo muy rebuscado.

Cuando hacen esto los diseñadores olvidan la esencia de su profesión que no es otra que diseñar productos funcionales y útiles para los compradores o consumidores. Generalmente caen en este error persiguiendo lo que se ha dado en llamar en este ambiente como el efecto “Wow” , o también llamado efecto impresionante.
El error esta en considerar buscar este efecto impresionante cuando estamos diseñando antes que preguntarnos si en efecto, el producto está cumpliendo con las auténticas necesidades del negocio o de los propios consumidores. En realidad, las preguntas que debemos hacernos son: ¿añade algún valor? ¿Pasa desapercibido? ¿tiene un efecto de distracción del fin por el cual los consumidores van a emplear este producto comercial?

Lo que ocurre en realidad es que el fundamento del diseño gráfico consiste simplemente en la facilitación de las soluciones de los problemas de los consumidores mediante señalizaciones. En última instancia lo que persigue esta rama de las artes plásticas es contribuir para que los usuarios resuelvan un problema determinado, o para que puedan cubrir una necesidad.

Esto es muy diferente a buscar impresionarlos con los productos que los diseñadores gráficos realicen. No hay que tratar de impresionar con los productos, sino que sirvan para la solución de problemas. Se podría resumir aseverando que los productos simplemente deberían hacer la vida más fácil a los consumidores. Este es el verdadero efecto que importa.

Es lo que se llama el efecto terminal de los artículos y que permite lograr que los diseños sean correctos.