Imagen Corporativa. ¿Son solo colores llamativos en un logotipo?
La imagen es el uniforme de la empresa. Hablando exclusivamente en términos de la representación gráfica de la compañía, no tendría un término mejor para describirlo. Si fuera un jugador de baseball preguntaríamos de qué color es su camiseta, su pantalón y hasta sus medias y por supuesto la identificación visible del equipo para el que juega. Su marca.
Este ejemplo relacionado con la disciplina deportiva, tiene que ver exclusivamente con la comunicación visual que se transmite, que debe causar un impacto en el público y que permite identificar claramente de quién se trata.
Este “uniforme” debe ser planificado cuidadosamente con la ayuda de especialistas en marketing, no debe tomarse a la ligera pues es algo que debe perdurar en el tiempo, sin modificaciones o con las mínimas estrictamente necesarias.
Estos elementos gráficos incluyen la tipografía usada, los colores, figuras, etc., relacionadas directamente con la marca y la compañía; y que ayudará al consumidor a crear el vínculo con la empresa.
Una de sus expresiones más conocidas es el llamado logotipo, este debe ser concebido con buen criterio de lo que se quiera establecer para mostrar, recordemos que es la pieza que identificará nuestra marca principalmente y quizá lo primero que vean nuestros consumidores de la compañía.
El uso apropiado de estos elementos visuales normalmente está asentado dentro del manual de identidad corporativa, para que se aplique en cada caso una utilización adecuada. Por ejemplo, no es lo mismo la utilización del logo en un medio digital con todos los colores que en una publicación que deba salir en dos tonos como una nota de prensa en un periódico. Ahí se establece claramente la utilización de los colores, dimensiones, ocasiones de uso, entre otros; de todos los medios gráficos de la empresa como papelería en general, membretes, tarjetas de presentación, etc., y su uso en medios impresos y digitales.
Es bueno destacar en este punto que nos referimos a logotipo o logo al elemento gráfico principal vinculado a la marca, esto por ser comúnmente aceptado y de fácil comprensión para referirse a éste. Existen variedad de términos como isotipo, imagotipo o isologo de acuerdo a su composición.
Pero la imagen corporativa y logotipos va mucho más allá de unos colores llamativos, también es una imagen corporativa mental que está estrechamente relacionada y es producto de la identidad corporativa de la empresa.
Cuando se proyecta la identidad corporativa se piensa en una serie reglas que, en la práctica, reflejan lo que queremos mostrar de nuestra compañía; cómo queremos ser percibidos por los usuarios o consumidores, qué valores deseamos sean relacionados a nuestra empresa.
Estos conceptos deben ser transmitidos de forma visual, por medio de los elementos gráficos anteriormente descritos que deben llevar un mensaje claro y sencillo a los consumidores.
¿Diríamos entonces que hablamos de la imagen corporativa que le queda al usuario grabada en su memoria y que asociará con un sentimiento determinado como alegría o satisfacción? Hemos escuchado el término “causaste una buena impresión”, “quedó con una buena imagen corporativa corporativaimagen de ti”, refiriéndose al desempeño en alguna entrevista de trabajo o al comportamiento en una primera cita. Que los usuarios queden con una buena imagen de nuestra empresa es el deseo y el objetivo principal al definir la identidad de ésta y se logra ejecutando los preceptos de nuestra identidad corporativa y con ello el uso adecuado de nuestra imagen corporativa.